jueves, 19 de septiembre de 2013

Trastornos Alimentarios y Adolescencia.


Cuando aparecen los trastornos del comportamiento alimentario en la adolescencia, resulta muy complejo y delicado su abordaje. Los profesionales y expertos reiteran la necesidad de establecer indicadores que permitan su prevención.

Es nuestra intención ayudar al lector a conocer un poco más sobre este trastorno que, lamentablemente, cada año en Europa aumenta el número de casos.



Antes de abordar un trastorno de conducta alimentaría hay que descartar cualquier otro origen fisiológico mediante las pruebas diagnósticas prescritas por los profesionales.




Trastornos Alimentarios con mayor penetración en la población adolescente

Hay que tener en cuenta que existen formas mixtas de los trastornos presentados a continuación, es decir, la anorexia puede ir acompañada de de atracones periódicos.

Índice de Masa Corporal˟
Se considera un índice de masa corporal (IMC) para adultos entre un 18,5 y 25. Para niños y adolescentes está en función de la edad y sexo. Como ejemplo de valores de peso normal sería el una niña de 12 años con un IMC  17,5.

IMC (índice de masa corporal) = peso(kg) / altura² (m).


Anorexia Nerviosa

1.      Peso corporal inferior o igual un 15% por debajo del peso normal para sexo y edad. Es te valor correspondería a un IMC inferior a un 15,4 para una chica de 12 años o menor de un  17,7 a partir de los 16 años.


-   2.     Síntomas relacionados con  miedo intenso al aumento de peso, imagen distorsionada del cuerpo, rituales en la alimentación en cuanto a clasificación de alimentos por tolerables y no tolerables así como un elevado grado de perfeccionismo.

-    3.      Adelgazamiento voluntario.

-  4.   Se presenta con una frecuencia muy superior en las mujeres que en los hombres, aproximadamente,  diez veces más.


-    5.      La población que abarca en edades oscila entre los 12 a 28 años con una mayor frecuencia a los 15 años.


Bulimia nervisiosa

- Atracones alimenticios con regularidad y sin control, se puede consumir entre 2.000 y 10.000 calorías en un período de tiempo corto (entre 20 y 30 minutos).


- Limpieza posterior mediante vómitos o el uso de laxantes.


- Máxima frecuencia a los 18 años.


- Es difícil de reconocer por el circulo cercano al adolescente, ya que, el I.M.C. se suele situar entre el 20-25


- Los limites entre anorexia y trastorno por atracón está muy difuminados.

Trastorno por atracón

-   - Entre dos o tres veces a la semana importantes atracones en los que se puede llegar a consumir entre 1.000 y 3.000 calorías en  20 o 30 minutos.

-   - No se produce la limpieza posterior mediante vómito o laxantes.

-   - Afecta entre el 20% y el 30% de las personas obesas.

-   - Afecta por igual a hombre y a mujeres.


Obesidad

-   - Importante sobrepeso con riesgo serio de padecer diabetes y enfermedades cardiovasculares, el   IMC se sitúa por encima del 30 en adultos.

-   - Afecta a un 10% en niños y adolescentes y 20% en adultos y en aumento.

-   - Afecta por igual a hombre y a mujeres.



Los Inicios

El riesgo de los trastornos alimentarios aumenta con el inicio de la pubertad, ya que, en ese momento, la apariencia externa cada vez tiene más importancia en la autoestima así como la impresión que pueda causar a los compañeros y a su círculo social. En este marco son las chicas las que sufren mayor presión para estar delgadas.

Es el motivo por el cual las adolescentes sufren diez veces más anorexia o bulimia que los varones de la misma edad.


A todo lo anterior le añadimos entorno familiar conflictivo, problemas escolares en muchas ocasiones motivados por el propio nivel de perfeccionamiento auto-exigido y hoy en día está tomando especial relevancia las actividades deportivas o artísticas en las que se requiera una imagen física con unos patrones establecidos referente a masa corporal, peso, etc… motiva que aparezca una fijación inconsciente hacia el cuerpo y la conducta alimentaria.

Señales de alerta y respuestas

Algunas señales de alerta serían:
  1. El niño o niña se siente gordo a pesar que adelgaza o incluso presenta un peso inferior.
  2.  Negación de tener hambre a pesar de no haber ingerido alimento durante un          tiempo elevado.
  3.  Exceso de ejercicio físico con el objetivo de “quemar” todo lo ingerido.
  4.  Vómitos después de las comidas y visitas frecuentes al cuarto de baño.
  5.  Se alimenta a escondidas.
  6.  Hurta alimentos y esconde comida por su cuarto o por toda la casa.


Las respuestas, evidentemente, pasa por una observación continua durante un tiempo prudencial para asegurarse que es una conducta anómala y una vez verificado que no es una conducta normal, sin dudarlo, acudir a los profesionales para asesoramiento, diagnóstico y seguimiento clínico.

Dicho la anterior podemos indicar que sería buenas respuestas:

-   
    Intentar ver al niño o niña en su conjunto y evitar criticas a su alimentación y figura.
a  Si adelgaza de una manera evidente acudir al médico para descartar causas orgánicas.
    Educarle y  mostrarle los beneficios de una buena nutrición a su edad.


-  Nunca establecer un tratamiento por cuenta propia. Es un problema que puede permanecer  durante años si no lo tratan profesionales cualificados.

-  Nunca presionar ni angustiar al niño o niña. Es interesante hacerle partícipe de las decisiones alimenticias, que por otro lado nos ayudarán a valorar como va evolucionando su conducta.

-  Es muy conveniente, en función del grado de confianza, que sea el propio adolescente el que decida compartir las sesiones con los padres o no. Los padres siempre estarán informados por los profesionales de la evolución.


Conclusión

En el diagnóstico clínico de un trastorno en la conducta alimenticia como padres tenemos que entender que algo se nos ha escapado de las manos y no hemos sabido prevenirlo. Por eso, es muy importante saber interpretar los indicadores que nos emiten nuestros hijos en todos los terrenos, en el alimenticio aún con mayor motivo.

Por otro lado, en el momento en el que el diagnóstico del trastorno tiene “nombre”, hay que involucrar a todos los actores que intervienen en el circulo social, educativo, lúdico, etc… del niño o niña para asegurar una intervención eficaz en el problema.

Fuentes consultadas:  CIE-10 y DSM-IV / DSM-V
Recognizing & preventing adolescent eating disorders and muscularity problems. L.Smolak y M.P. Levine. The prevention Researcher.
Prensa Científica. 



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