martes, 6 de mayo de 2014

Efectos antitumorales de los cannabinoides


Introducción

Existen derivados de la marihuana que contribuyen a reducir el crecimiento de algunos tipos de tumores, entre ellos, el glioma un tipo de tumor cerebral.


Ya es conocido desde hace tiempo el uso de la marihuana, como droga no legal, en entornos de ocio en nuestra sociedad así como sus efectos nocivos. Pero en está entrada me voy a centrar en otra vertiente menos conocida y bastante de moda (especialmente por grupos defensores de la legalización del cannabis) del uso de algunos derivados de la marihuana;  el  uso terapéutico. A diferencia de otros blogs consultados, está entrada intentará tratar con rigor y lo más resumidamente posible las bases bioquímicas de su principio activo con la intención de no agotar al lector, dejando para otra entrada el debate sobre los miles de millones de dólares que puede proporcionar este negocio, especialmente para las farmacéuticas.


Desde la antigüedad se ha usado extractos de cannabis con el objetivo de tratar enfermedades, está claro que antiguamente se utilizada bajo criterios puramente de causa y efecto ( te duele, te lo tomas y desaparece el dolor).

Afortunadamente hoy un día contamos con equipos de investigadores eficientes que dan la explicación bioquímica que todo proceso molecular requiere, dotándolo de una base científica que justifica su uso medicinal.

Antecedentes Bioquímicos. Principio activo de la marihuana


THC (∆⁹-tetrahidrocannabinol) es el principal principio activo de la marihuana y fue descubierto en la década de los noventa del siglo pasado. El THC canaliza gran parte de sus efectos mediante su unión a proteínas especificas de la membrana: los receptores CB₁ y CB₂.
Dichos receptores forman parte de un sistema de comunicación celular implicado en la regulación de numerosas funciones fisiológicas (sistema cannaboide endógeno). 

De esta forma, la mayor parte de los efectos de la marihuana se deben a la capacidad del THC para mimetizar los efectos de los endocannaboides, compuestos endógenos generados por el organismo, que se unen a estos receptores.

Diversos fármacos que contienen THC u otros análogos sintéticos de este cannabinoide se han aprobado o están en vías de serlo en Estados Unidos, Canadá y algunos países europeos para su utilización como agentes antieméticos (inhibidores de la nausea y el vómito) y estimuladores del apetito en pacientes sometidos a quimioterapia,  pacientes de anorexia y pacientes de caquexia entre otros.

A estos efectos paliativos , experimentos llevados a cabo durante los últimos años por diversos laboratorios – incluido el Departamento de bioquímica y biología molecular I de la facultad de Biología de la  U.C. Madrid – han puesto de manifiesto que la unión de THC u otros compuestos cannabinoides a los receptores de cannabinoides reduce el crecimiento de tumores derivados de varios tipos de células tumorales: glioma (tumor cerebral), canceres de mama, próstata, páncreas o carcinoma hepático. Esto ayudaría a la posible utilización de tales compuestos como fármacos antitumorales.

Efecto antitumoral de los cannabinoides

Este efecto se basa en la capacidad que tienen estos compuestos para inducir la muerte de las células tumorales, pero ¿qué eventos bioquímicos activan este proceso?.

De manera más inmediata uno de los cambios que ocurre es la estimulación de la biosíntesis de esfingolipidos (lípidos que desarrollan un papel importante en la comunicación y estructura celulares) y su acumulación en el orgánulo donde tiene lugar dicho proceso: ER (retículo endoplasmático).

En este orgánulo se produce la síntesis lipídica, síntesis y plegamiento de proteínas así como el almacenamiento de calcio. Cuando en este orgánulo se produce alguna alteración como por ejemplo, acumulación de proteínas mal plegadas, se activan una serie de mecanismos de respuesta al estrés del ER para restablecer su normal funcionamiento. En ocasiones, la intensidad o duración del estimulo que ha motivado la alteración conduce a la apoptosis celular (muerte celular programada).

El mecanismo de acción antitumoral se podría resumir de la manera siguiente:
El THC y otros ligandos de los receptores de cannabinoides promueven a través de los receptores CB₁ y CB₂ la estimulación de la síntesis de novo de ceramida (esfingolipido) en el ER con la ayuda de la enzima SPT. Esto activa una ruta relacionada con el estrés del ER que promueve autofagia, apoptosis y, finalmente, la muerte de las células tumorales. En esta ruta intervienen las proteínas p8(factor de transcripción que controla la expresión de otras proteínas) y unas de sus dianas, TRB3. El tratamiento con cannabinoides favorece el aumento en los niveles de estas dos proteínas que inhiben el señalizador mTORC1. 

Conclusión

Gracias a los avances tecnológicos que se están realizando en las herramientas utilizadas en la investigación dentro del campo de la biología molecular, cada vez tendremos a nuestro alcance información más detallada de cómo pueden afectar ciertas sustancias en la aplicación en el tratamiento de enfermedades o en procesos biológicos. Depende de nosotros hacer el uso adecuado de está información y para ello es imprescindible conocer y saber interpretar tanto sus aspectos negativos como positivos y tener presente que existe un grupo de profesionales especializados que serán, en última instancia, los que nos podrán asesorar con garantías.


Bibliografía:
-     -A Combined preclinical therapy of cannabinoids and temozolomide against glioma. S. Torres et al en Molecular Cancer Therapeutics, vol 10, 2011
-      - Material Docente de Biología y Biofísica de Grado de Físicas (UNED).
-      - Publicaciones científicas MyC 2012.






martes, 22 de abril de 2014

Sueño y Adicciones


Sueño y Adicciones

Ciertos somníferos pueden ayudar a vencer problemas de adicción. Hace años que las compañías farmacéuticas investigan si las pastillas para inducir sueño profundo podrían ayudar a la superación de las adicciones.


Desde el punto de vista bioquímico es los fármacos de ultima generación para dormir actúan bloqueando la actividad de las orexinas, péptidos cerebrales. 

Estas pequeñas proteínas son las encargadas de mantenernos despiertos y activos durante el dia pero también influyen de manera decisiva sobre los efectos estimulantes de las drogas adictivas. Las orexinas no son las responsable de la adicción ni de las recaídas, pero ninguno de dichos procesos sucede sin la participación de dichos péptidos.


La narcolepsia (enfermedad que produce a quien la padece que se duerma de forma repentina) fue la precursora de inicio del estudio sobre la relación entre el sueño y la adicción. 
En principio dicho enfermedad se trataba con potentes anfetaminas para mantener despiertos a las personas que padecían, observándose que el suministro de dichas anfentaminas no causaban adicción a los pacientes.

Estudios genéticos revelaron que este trastorno del sueño residía en mutaciones en genes realcionadas con la orexina o con sus receptores, colateralmente este estudio revelo el papel crucial que tiene las proteínas para mantener despierto el cerebro.

En el centro de  investigación de fármacos de GlaxoSmithKline, en Verona, confirmaron que al administrar un tipo de bloqueador experimental de la orexina a un grupo de ratones junto con anfetaminas liberó menos dopamina y mostró una menor sensibilización al estimulante que los animales de control. Se concluyo que las neuronas sensibilizadas producen mas receptores de la droga, exigiendo mayor cantidad para alcanzar la estimulación, con lo que se inicia un circulo viciosa que desemboca en la adicción.

Otra compañía farmacéutica Merck demostró que al administrar antagonistas experimentales (DORA) de los receptores de orexina junto con anfetaminas se evita la sensibilización en los roedores probandos. 

En el mismo experimento la administración de DORA junto con nicotina a grupos de roedores adictas a dicha droga evitó que los animales presentara una recaída en su adicción.


Una lectura Bioquímica del sueño reparador


Con las pruebas de administración de anfetaminas se demostró algo que ya se conocía y es que la diana de las anfetaminas es la dopaminia y no la orexina. 

El hecho de que el cerebro libere orexinas en respuesta a los estimulantes, sin embargo, favorecen las actividades de la dopamina que conducen a la sensibilización y a la adicción. Es claro que la orexina produce un “entorno” en el que pueden producirse esos cambios cerebrales.


De modo parecido, las drogas estimulantes podrían imitar los estímulos naturales, lo cual explicaría por que las orexinas facilitan el aprendizaje basado en la dopamina y recompensa los procesos que llevan a la adicción. 
Los trabajos realizados con ratones indican que administrar bloqueadores de la orexina con una droga estimulante ayudaría a terminar con la adicción.

Parece ser que los medicamentos para facilitar el sueño podría contribuir al tratamiento del abuso de sustancias adictivas, simplemente y aunque parezca al obvio a dormir bien durante la noche. 

Hay indicios en el que las recaídas en los alcohólicos está motivada por el insomnio. Los somníferos que bloquean la orexina podrían proporcionar un un sueño de mejor calidad que la inconsciencia inducida por el alcohol y en principio tendría garantía de producir adicción.




lunes, 10 de marzo de 2014

Psicobiología de las Adicciones. Entrada II


Como aprende el cerebro la adicción. Plasticidad Sinaptica de la Adicción

Los neuroinvestigadores referencia  la plasticidad sináptica como un proceso neuronal que se desarrolla cada vez que aprendemos. Varios grupos de investigadores siguen la pista al mecanismo molecular que genera la adicción. De este modo investigadores se centra en el estudio de receptores de glutamato del tipo AMPA (introducida en la entrada anterior del blog). 



Investigadores han comprobado que la síntesis de tales receptores experimenta cambios cuando se potencia la transmisión de la señal. En lugar de contener una sububnidad GluR2 y otra GluR1, solo contiene subunidades GluR1. 

Esto afecta a la sinapsis, los receptores reaccionan con más sensibilidad ( la respuesta neuronal se potencia y sigue siendo permeable a los iones de calcio, los cuales además de actuar en la plasticidad sináptica regulan otras funciones de las neuronas.

Para equilibrar esta descompensación de subunidades aparece en escena otro tipo de receptor de glutamato , los metabotrópicos. 

Estos receptores representan una especie de sistema defensivo contra la adicción, lo que explica por que un pequeño porcentaje de todos los consumidores de drogas sufren una adicción clínica, es posible que estas personas una vulnerabilidad debido a que sus receptores metaboproticos se activen con dificultad.

La plasticidad originada por las drogas no sólo se limita al área tegmental ventral, también se presenta en la corteza cerebral o en el núcleo accumbens, ambos conectados directamente con el área tegmental ventral.  Experimentos en ratones han demostrado que para producirse está modificación es necesario administrar la droga de forma repetida al menos durante una semana.

Las modificaciones sinápticas del area tegmental ventral podrían, con el tiempo determinar cambios en las neuronas del núcleo accumbens. Solo entonces la toma de deciones pasaría al modo automático que llevaría a una conducta compulsiva.

Pasos hacia la Adicción

Área tegmental ventral del mesencéfalo es una acumulación de cuerpos de células nerviosas, con dos tipos de neuronas: Neuronas de proyección que liberan dopamina hacia la porción ventral del estriado(núcleo accumbens) y hacia la corteza prefrontal. Por otro lado las interneuronas descargan el transmisor inhibidor GABA al área tegmental ventral y frenan así la actividad de las neuronas de proyección. Todas las drogas adictivas incrementa la cifra de dopamina del núcleo accumbens. Los investigadores diferencia tres mecanismos:



  • Algunas drogas inhiben las interneuronas y potencian, con ello, la actividad de las neuronas dopaminérgicas. A este grupo pertenecen los opiáceos, cannabis, el GHB(gammahidroxibutirato) y se cree que también las benzodiacepinas.

  •       La nicotina activa directamente las neuronas dopaminergicas a través de los receptores de acetilcolina a4b2.     

  •    La cocaína, la anfetamina y el éxtasis modifican el transportador de dopamina que vuielve a captar la dopamina liberada en el espacio sináptico entre dos neuronas, de manera que bloquean el proceso normal. Las anfetaminas penetran hasta el ,interior de la célula nerviosa, donde impiden que las vesículas sinápticas se llenen de dopamina. De esta manera se eleva la concentración de dopamina dentro de la neurona y se invierte en ultima instancia el sentido de transporte de dicho neurotransmisor; la célula absorbe menos dopamina y libera mas hacia la sinapsis. Aquí hay un aspecto muy interesante desde el punto de vista bioquímico, a diferencia de la cocaína, las anfetaminas y el éxtasis entran dentro de la célula y destruyen las neuronas. Las drogas como la dietilamina del ácido lisérgico (LSD) no aumentan las cifras de dopamina.

Bibliografía:

-           Cocaine-Evoked synaptic plasticity: Persistence in the VTA Triggers adaptions in the NAC. Nature Neuro-Sciencie, vol 12.
-           Catálogos de neurología de Christian Lüscher facultad de medicina de la Universidad de Ginebra.
-           Luján, R, Roberts, JDB, Shigemoto, R & Somogyi, P (1997). Differential plasma membrane distribution of metabotropic glutamate receptors mGluR1α, mGluR2 and mGluR5, relative to neurotransmitter release sites. J. Chem. Neurochem., 13:219-241.
-           Material Docente de Biología y Biofísica de Grado de Físicas (UNED).
-           Publicaciones científicas MyC , Nature Neurosciencie.


domingo, 9 de febrero de 2014

Psicobiología de las Adicciones. Entrada I


Es mi intención desde está serie de blogs dedicados a las bases biológicas y neuro-biológicas de la adicción, contribuir en la divulgación de contenidos, líneas de investigación y conclusiones que tantos extraordinarios profesionales de distintas disciplinas científicas aportan para dar luz en este mundo complejo de las adicciones y que a su vez ayudan a los terapeutas y trabajadores de atención directa en el conocimiento del “génesis” biológico de la adicción.

Introducción

  • Los mecanismos biológicos de aprendizaje disparan la automatización del consumo de una sustancia en los drogodependientes.     

  • La cocaína o la heroína modifican receptores como el glutamato en el mesencéfalo activando una cascada de señales cuyo final desemboca en una enfermedad adictiva.

  •     La activación de los receptores metabotrópicos de glutamato impiden la plasticidad sináptica mediada por las drogas y quizá la aparición de la adicción. Existen líneas de investigación en tratamiento que trabajan sobre esta diana.



En resumen la “Adicción” se trata de una enfermedad cerebral.


Aclarando conceptos desde el punto de vista neurobiológico

En lenguaje coloquial se acepta, de manera indistinta, los términos dependencia  y adicción . En neurobiología, deben diferenciarse.

La dependencia es la aparición de un síndrome de abstinencia en cuanto deja de administrarse la sustancia tóxica. Este síndrome resulta muy acusado en el caso de la heroína y otros opiáceos , puesto que aparece horas después de la ultima dosis. La dependencia se pueda tratar existosamente mediante programas de desintoxicación.

La adicción, por el contrario,  designa un estado persistente en el que, a pesar de toda repercusión negativa, se consume la sustancia o se adopta una determinada conducta. Esto significa que tras una desintoxicación con éxito la persona deja de ser dependiente pero sigue siendo adicta. En cuanto vuelve a tomar la droga, pierde de nuevo el control en muy poco tiempo.

Drogas como los opiáceos crean una dependencia rapidísima, no todas las personas dependientes son adictas. En el caso de los opiáceos la adicción se dan en un porcentaje relativamente pequeño; de hecho, con la droga más adictiva, la cocaína, sólo una quinta parte cumple los criterios diagnósticos de adicción. Algo parecido ocurre con los juegos de azar y comportamientos. 

Según estudios epidemiológicos, la ludopatía afecta a menos de 1% de las personas que han jugado alguna vez en su vida. La gran mayoría de nosotros podemos acudir al casino y podremos abandonarlo sin que dar “enganchados”. 

Entender el fenómeno de la  adicción

Según datos registrados en el año 2011, en Europa habían 37 millones de personas con dependencia a alguna sustancia; las drogas más habituales fueron la nicotina, el alcohol, la cocaína y la heroína. Habría que sumarles los millones de adictos al juego o a la comida. 

En los últimos diez años, los  neurobiólogos han descubierto alguno procesos corporales que explican el trastorno. Hoy se conoce que la activación excesiva y reiterada de una pequeña parte del mesencéfalo puede ocasionar la adicción, esta área se conoce con el nombre de área tegmental ventra(VTA)l.
Para entender el fenómeno de la adicción, primero hay que abordar una cuestión esencial ¿qué ocurre cuando una persona toma decisiones sopesadas? 

Está faculta esta muy limitada entre los adictos. En los humanos y animales existen dos sistemas complementarios de toma de decisiones que se encuentran en lugares anatómicos diferentes del cerebro según sea la decisión, planeada o automática.

La decisión sopesada busca el mejor resultado. Para ello compara opciones y requiere un tiempo de proceso y sepueden tomar deciasiones diferentes. En el caso de la decisión automática el estimulo lleva de inmediato a una reacción, las acciones discurren de forma incosciente. Ello permite dirigir la atención a otras actividades, como cuando conducimos un vehiculo y mantenemos una conversación con el copiloto.

Experimentos realizados con ratones han reveledo que las drogas causante de adicciones concecta entre si los dos sistemas con la consecuencia de la automatización del consumo. El sujeto no decide de manera voluntaria el consumo de la droga, sino que se ve obligado a consumirla.

Durante los primeros años de la década pasada en la universidad de California en San Francisco un equipo de investigadores observaron que una sola dosis de cocaína refuerza determinas sinapsis del área tegmental ventral. 



Dicho efecto, de varios días de duración se halla mediado por iones de calcio que entra en la celula a través de los receptores NMDA(receptores ionotropicos del neurotransmisor glutamato), este neurotransmisor los trataré en futuros blogs ya que está muy relacionado con procesos de demencia y Alzheimer.

Por consiguiente, el aumento de las concetraciones de calcio activa una serie de mecanismo y reacciones bioquímicas, cuya consecuencia es la modificación de otro tipo de recpetor de glutamato, los receptores AMPA que los trataré en la siguiente entrada.

Bibliografía:

-           Cocaine-Evoked synaptic plasticity: Persistence in the VTA Triggers adaptions in the NAC. Nature Neuro-Sciencie, vol 12.
-           Catálogos de neurología de Christian Lüscher facultad de medicina de la Universidad de Ginebra.
-           Luján, R, Roberts, JDB, Shigemoto, R & Somogyi, P (1997). Differential plasma membrane distribution of metabotropic glutamate receptors mGluR1α, mGluR2 and mGluR5, relative to neurotransmitter release sites. J. Chem. Neurochem., 13:219-241.
-           Material Docente de Biología y Biofísica de Grado de Físicas (UNED).
-            Publicaciones científicas MyC , Nature Neurosciencie.
Sitios de interés:
Estructura y función de los receptores de glutamato
http://www.bris.ac.uk/Depts/Synaptic/info/glutamate.html 
La estructura de las sinapsis
 http://synapses.mcg.edu/

domingo, 5 de enero de 2014

Alimentación y conducta emocional

Alimentación y conducta emocional


Los investigadores profundizan en el equilibrio emocional de las personas  mediante el estudio de su comportamiento alimentario, conducta regida en buena medida por las emociones.



Entrante:

-           Las emociones y la comida van de la mano. La liberación de endorfinas o dopamina en el cerebro produce una intensa sensación de placer. Los hidratos de carbono y las grasas operan en el metabolismo hormonal.

-     El placer de la comida representa para muchas personas un componente fundamental en la calidad de vida.

-       Una buena compañía  o en su defecto un entorno agradable y cuidado en los detalles estimularán la sensación gastronómica agradable.



 Primer Plato:



Nuestro personaje, vamos a llamarla Lisa (no es casual que sea un nombre femenino), tiene 23 años y siente una necesidad imperiosa de ir hasta la nevera y comer lo primero que encuentre en ella. En varias ocasiones ha llegado a ingerir hasta 6000 Kilocalorías diarias.

Lisa, a diferencia de las pacientes con bulimia (ver artículo en este mismo blog “Trastornos en la alimentación”), no intenta contrarrestar el aumento de peso provocándose el vómito. Nuestro personaje cumple todos los requisitos del diagnóstico de un “trastorno por atracón” encuadrado dentro de los distintos trastornos en la conducta alimentaria.

En la regulación de nuestra conducta alimentaria los factores psicológicos desempeñan un papel determinante, ya que nos ayudan a solucionar un problema ante el que se encuentra los ‘devoradores’ : elegir, entre la abundante oferta, el alimento que les satisface.

Las reacciones emocionales desencadenadas nos permite decidir que alimento elegir, así como clasificarlos en tolerables e intolerables. En este contexto, la sensación de repugnancia nos impide ingerir sustancias peligrosas.

Segundo Plato:

La investigación del componente emocional de la conducta alimentaria fue iniciada por la médico alemana Hilde Bruch fallecida en 1984 tipificando los que se ha llamado la “obesidad del dolor” en la que, las personas englobadas dentro de este término  ingerían más cantidad de alimentos en situaciones de crisis. 

En este contexto lo que se conoce como “comedores emocionales” en situaciones de estrés suelen decantarse por alimento dulces y grasos mientras que en situaciones en la que se encuentran con el ánimo decaído aumentaba la ingesta de productos como el chocolate.

Entrando un poco en la explicación bioquímica del asunto, una comida rica en hidratos de carbono aumenta la concentración de un aminoácido, el Triptófano.

 Este aminoácido es el activador , entre otros, de un neurotransmisor llamada Serotonina con una gran capacidad de atravesar la barrera hematoencefálica.
En general, las comidas ricas en hidratos de carbono también lo son en proteínas, basta en la mayoría de los casos una concentración de un 5% de estas últimas para impedir el paso selectivo del triptófano a través de la barrera hematoencefálica y con ello limitar las disponibilidades de serotonina.

En situaciones de estrés la corteza suprarrenal aumenta la secreción de glucocorticoides. Entre estas hormonas se encuentra el cortisol que actúa como hormona del estrés. El cortisol forma parte de un complejo proceso repetitivo donde participan el hipotálamo, la hipófisis y la mencionada corteza suprarrenal. Hay que tener en cuenta que la ingestión de alimentos hipercalóricos está vinculada con la reacción de la hormona cortisol.

Postres:

Glosario de téminos:

Comedor emocional: Persona con tendencia a ingerir grandes cantidades de comida en situaciones de sobrecarga emocional.

Glucocorticoides: Hormonas segregadas por la corteza suprarrenal.

Serotonina: Neurotransmisor encargado, entre otras tareas, de regular el estado de ánimo.

Trastorno por atracón: Trastorno de la conducta alimentaria que cursa con ataques convulsivos de ingesta. Se ven acompañados por un aumento de pesos y en algunos casos con obesidad. No confundir con bulimia. Es aconsejable acudir a profesionales cínicos para tratamiento y control.

Triptófano: Aminoácido precursor, entre otros, de la serotonina.

Buen provecho…
Bibiliografía: The pleaasure of eating: A Qualitative Analysis. M.Match et al. En Journal














martes, 29 de octubre de 2013

Radioactividad y Tabaco


Para comenzar situaré al lector en el año 2006 y rescatando noticias de ese año, nos encontramos con la muerte de un antiguo agente secreto del KGB en un hospital de Londres en circunstancias sospechosas, concretamente, envenenado. 

El veneno que acabo con su vida, un isotopo radiactivo llamado “polonio 210”, se encuentra mucho más extendido de lo que nos podemos imaginar. Al año en el mundo se fuma unos seis billones de cigarrillos, cada uno de ellos contiene una pequeña cantidad de polonio 210 que termina en los pulmones. Para un fumador de un paquete y medio diario, inhala a lo largo del año una radiación equivalente a la de 300 radiografías de tórax. 


Hay que decir que el polonio no es el principal carcinógeno del tabaco (produce el 2% de los cánceres de pulmón debidos al tabaco), existen otros como por ejemplo (y por nombrar alguno) el benzo-alfa-pireno que actua diractemente sobre las bases nitrogenadas del DNA cambiando pares y produciendo mutaciones. Pero a diferencia de otros, el polonio, se podría erradicar de una manera, relativamente sencilla y evitar las miles de muertes que se producen al año relacionadas directamente con el . 

Este dato, como el lector puede imaginar, no era ni es desconocido por las tabaqueras que conocen su existencia desde mucho antes que el autor de este blog naciera, unos 50 años. Pudieron hacer algo pero decidieron no hacer nada y mantenerlo en secreto.

Descubrimiento del polonio 210 en el tabaco 

Como tantos otros descubrimientos , por ejemplo los rayos X, se obtuvo casi por casualidad. En los años 60 y en plena crisis de guerra fría y carrera espacial los efectos de la radiactividad sobre la salud tenía mucho interés entre los expertos. La radio-química Vilma R. Hunt y su equipo habían desarrollado una técnica para medir niveles muy bajos de radio y polonio. Como es natural y debido a la naturaleza inquieta y curioso del científico Hunt cogió unas muestras de cenizas de un cigarrillo de unos de sus compañeros y la analizo. Los resultados de su análisis fueron asombrosos. 

Al contrario de lo que esperaba no encontró ninguna traza de polonio en las muestras de cenizas, esto la dejo sorprendida, ya que , ningún material orgánico analizado por Hunt, incluidas las plantas, había arrojado un resultado negativo para el polonio si el radio estaba presente. Sin embargo, y aquí está la respuesta, a la temperatura de combustión del tabaco, el polonio se volatiza. Hunt dedujo que el polonio ausente debía pasar al humo y , en consecuencia, a los pulmones del fumador. 

En 1965 el radiobiólogo y médico John B. Little examinó el tejido pulmonar de fumadores en busca de huellas de polonio. La tarea no fue nada fácil por un lado extraer muestras de tejidos en fumadores vivos era demasiado invasiva y con los cadáveres el problema radica en que la mucosa que recubre el pulmón desaparece a las tres o cuatro horas del fallecimiento, con lo que obligaba a extraerla justo después de la muerte del paciente. Little acabo demostrando la presencia de polonio en zonas especificas del pulmón: los isotopos se depositan en las bifurcaciones de bronquios, bronquiolos y alveólos, emitiendo partículas alfa. 

Como llega el polonio al tabaco 

El polonio 210 es un subproducto de la desintegración del plomo 210. Se especulaba con dos posibilidades. 

- Los productos de la desintegración del radón 222 se depositaban en las hojas de la planta. - La planta absorbía plomo 210 de la tierra fertilizada. 

Más tarde se comprobó que se daban los dos procesos. El departamento de agricultura de los EEUU en 1966 consideró la presencia de polonio en los abonos y analizaron los fertilizantes. Los resultados fueron que los abonos comerciales contenían unas trece veces más radio 226 que la mezcla lo que deriva en una cantidad siete veces mayor de polonio en las hojas. En 1974 se reviso el estudio y se concluyo que las tierras tratadas con fertilizantes elaborados a partir de fosfatos ricos en uranio emitiría radón a la atmosfera. El radón se desintegraría en plomo 210 y este se depositaría en las tricomas, los miles de filamentos que recubren las hojas de la planta del tabaco. 



Acumulación del polonio 210 en el pulmón 

Durante un tiempo se acepto que la radiación proveniente de los productos desintegrados por el radón constituían la causa principal del elevado riesgo de cáncer que sufrían los trabajadores de las minas de uranio. 

Eso llevo a Eduard Martell del Centro Nacional de Investigación atmosféricas estadounidense, a concluir que la exposición crónica de los fumadores a dosis bajas y concentradas de polonio 210 podía suponer la causa principal del cáncer de pulmón y quizá de otros. 



Un fumador inhala polonio con cada calada. En consecuencia, y por más que la dosis de polonio 210 fueran relativamente bajas, la elevada exposición asociada a la vida del fumador aumentaría el riesgo de desarrollar cáncer. La pruebas que se realizaron en laboratorio con hámster , introduciendo polonio en la tráquea de los mismos confirmaron la hipótesis: aunque las dosis habían sido pequeñas y los tejidos nunca se inflamaron, el 94% de los hámsteres desarrollaron tumores pulmonares. Debemos recordar que los principales riesgos del tabaco además del polonio están en los hidrocarburos aromáticos policíclicos que contienen y las nitrosaminas. 

Para concluir destacar que estas investigaciones realizadas hace ya casi 5 décadas se han comenzado a tener en consideración a partir del año 2009 tras la aprobación de la Ley para el Control del Tabaco y la Prevención del Tabaquismo en la Familia, la Sociedad Americana del Cáncer invoco esa legislación con el objetivo que la industria tabaquera revelara los venenos de sus productos. 


Bibliografía: Polonium 210: A volatile radioelement in cigarettes. Edward P. Radford Jr. Y R.Hunt en Sciencie enero 1964. Puffing on Polinium. Robert N. Proctor en The New York Times. Diciembre 2006. The Polonium brief: A hidden history of cáncer, radiation, and tabacco Industry. Brianna Rego Septiembre 2009. Prensa Científica.