jueves, 19 de septiembre de 2013

Absentismo Escolar y Adolescencia.





En realidad, los motivos que inducen a los jóvenes a faltar a clase son muy variados, nos podemos encontrar des querer dormir más, desinterés escolar o evitar los exámenes o profesores. 

No existe una relación clara entre absentismo “normal” y rendimiento académico, si  está claro que una ausencia muy prolongada y sostenida en el tiempo, evidentemente, pasará factura al estudiante en su rendimiento y en su percepción de lo conveniencia de seguir los estudios desembocando en muchas ocasiones en el abandono de los mismos.

La solución siempre pasa por tres actores:  Estudiante, Padres y Escuela

Perfil del alumno que falta a clase

Estudios realizados por investigadores, por otro lado no demasiados, han llegado a la conclusión que es difícil definir un perfil de alumno absentista.  Lo que si se sabe con certeza es que el fenómeno está muy difundido.

En países como Suiza y según estudio sobre una población de 4.000 alumnos (entre 13 y 17 años) el 95% declaró haberse ausentado alguna vez de clase mientras que el 13% declaraba realizarlo de una manera asidua.

Otra encuesta realizada en Alemania sobre alumnos y alumnas, concluyó entre otros resultados,  que son los chicos los que más se ausentan de las clases que las chicas, concretamente, el doble.

Por otro lado suelen ser las clases de primera y última hora del día las que son escogidas para saltarse la clase.

Motivos por los que los alumnos faltan a clase

Hay que tener en cuenta que existen una serie de factores que influyen en mayor o menor medida en la toma de decisión por parte de un alumno que quiere faltar a clase a realizarlo. Sería interesante tener en cuenta estos factores en el momento de realizar un estudio absentismo local.

Los factores socio-económicos, familiares, medio-ambientales, climatológicos, infraestructuras en el entorno al colegio, etc… son algunos  de ellos, por ejemplo, y utilizando un ejemplo  sencillo, los alumnos en colegios cercanos a centros de ocio tienen más opciones de emplear el tiempo arañado a la clase en otras actividades ociosas.

El absentismo escolar en muchas ocasiones suele ser el “cabo” por el que los profesionales en terapia familiar “tiran” y descubren otras anomalías en el núcleo familiar.
En cualquier caso algunos de los motivos de absentismo en algunos países europeos como Suiza o Alemania son:

-          Falta de motivación
-          Enseñanza aburrida
-          Miedo a los exámenes
-          Hacer los deberes
-          Querer evitar al maestro por falta de entendimiento
-          Faltar a clase con los amigos
-          Acoso y violencia por parte de compañeros del colegio. Este último en alza.

Consecuencias de faltar a clase

El absentismo frecuente y sostenido en el tiempo pone en peligro el desarrollo de los niños y jóvenes en relación con aquellos que lo realizan de manera esporádica o de los que no lo realizan.  
Las consecuencias suelen ser mala adaptación al grupo, bajo o muy bajo rendimiento escolar y en muchas ocasiones fracaso escolar con abandono de los estudios.


La conducta de estos alumnos con ausencias frecuentes o muy frecuentes se traslado al ámbito social y familiar con grandes posibilidades de realizar conductas delictivas, daños a la propiedad o falsificación documentas en certificaciones o expedientes académicos que deben ser supervisados por los padres o tutores.

Extensión del problema

El absentismo escolar grave no es sólo el problema del alumno. Cada vez se extiende más la opinión que las escuelas con elevadas cuotas de absentismos niegan a sus alumnos el derecho de recibir una formación.

Muchas de estas escuelas se han puesto manos a la obra y han comenzado valorar la magnitud del problema intentando aplicar soluciones. Un ejemplo de ello es el realizado por algunos colegios en U.K. en el que se lleva un registro de todas las ausencias y sus motivos cuando han llegado a un cierto número se establece una serie de reuniones con  los padres para hablar del problema.

En algunas zonas de otros países como Alemania premian la puntualidad de los alumnos absentistas a clase, así como la justificación “legal” de sus faltas,  mediante una tarjeta de puntos que la custodian los padres del alumno. Finalizado el curso pueden canjear estas tarjetas con puntos por objetos con un valor de hasta 100 euros.


Fuentes consultadas: Die Psicologie Des Lesschwänzens y Prensa científica 

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